Tras la selección final del lugar, no cabe más que aterrizar e intentar caer de pié en nuestro primer acercamiento. El enclave es Santander y dentro de éste la zona que comprende el barrio pesquero y sus alrededores, un lugar de realojo de pescadores muy en boga en los últimos tiempos dada su alarmante desconexión con la ciudad.
Tras la recopilación de información y el cruce de ideas, y a falta de una visita de campo, se puede extraer algunas conclusiones que nos ayudarán a encontrar lo que buscar.
En este acercamiento al barrio (señalado en violeta) encontramos que está muy cerca del centro (azul) pero la conexión no parece demasiado buena ya que las calle parecen verte hacia el norte hacia la carretera de acceso a la ciudad y en última instancia hacia unas vías de tren que imposibilitan la continuación del camino iniciado. Parece que aquí haya terminado el mundo, con un perímetro vallado y sin lugar donde sentarse siquiera, las vías nos evitan la mirada y, desde luego, no les gusta que las miremos. Aquí no hay nada que hacer, volvamos al barrio.
Andábamos enfrascados en cómo llegar al centro de la ciudad donde la actividad es dinámica y los días más largos. Pues bien, tenemos varias opciones, pero teniendo en cuenta que nuestra intención es conectarlo con el barrio, obviaremos la opción del coche porque el coche en sí ya aísla suficiente. Así mismo, obviaremos porque obviamos otras opciones como mar o aire. Llegados a este punto, y habiendo definido que nuestro camino al centro se hará a pié, tenemos 2 posibilidades: Bordear la zona franca o callejear. Cómo si de un juego de trileros se tratase, nos da la impresión de haber ganado un momento antes de que levante el vaso, pero a continuación lo levanta y hemos perdido. La pelota no estaba en ese vaso. Ni en ningún otro. Ambos caminos casi llegan a cruzarse en un estrechamiento de cuello de botella (en verde) bastante hostil que no parece invitar a entrar, corroboraremos esta impresión en la visita.
Por último tenemos el efecto isla urbana, que si bien geográficamente ya es una península, la definición urbanística de la misma termina por completar su aislamiento. El efecto es producido por las infraestructuras que lo rodean, principalmente las vías del tren y la zona franca (en rojo).
Por último y, no por ello, pero menos importante, cabe mencionar las actuaciones que se han tomado de forma más reciente (en amarillo): Dentro del barrio encontramos que se ha recuperado el edificio de tabacalera reconvertido a Edificio Histórico Provincial de Cantabria y que se han tratado algunas zonas como el parque infantil situado en el borde noroeste de la pequeña península ganada al mar. Tangencial al barrio, como rozándolo pero de espaladas a él, encontramos un acerado a modo de paseo marítimo, cuya calidad se evaluará en campo. Como actuación estrella de la ciudad, pero de nuevo en un universo paralelo al barrio, encontramos el Centro Botín, una obra recién inaugurada de Renzo Piano bajo el mecenazgo de SSMM Emilio Botín y su hija Ana Patricia Botín, quién heredaría titulo y proyecto.
To whom it may concern, esperando haber caído de pie, y esperando aún más dejarme caer por allí a comprobarlo, yours sincerely.
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