Una vez entendido, falta repensar la zona y tender puentes. No necesariamente puentes físicos, sino puentes de personas, formas de recodar lugares cambiándolos por completo.
Tras el estudio y la reflexión se ha llegado a la conclusión de que, siendo imposible obviar la potencia de las vías, se les dará aún más visibilidad, mirándolas en lugar de obviarlas como se hizo con el High Park the NY, solo que en esa ocasión las vías ya eran la pasarela y además no estaban en uso, esta vez tendremos que ingeniárnosla de otra forma.
Pero quedémonos con la idea. Unir 2 barrios norte-sur con polos de dinamización comercial y cultural unidos por las ganas de gente de visitarlos y por un parque en altura. No adelantemos acontecimientos, aquí viene la explicación de la cartografía allí donde la leyenda no es capaz de llegar:
Empezando desde el norte y de este a oeste, como siempre al revés, encontramos en primer lugar San Pedro, un barrio olvidado. Junto a éste y a su suroeste existe un parque con un paseo a la altura de la cubierta de la estación... Ya se van viendo las intenciones. El paseo trascurre junto a las vías pero a una altura mayor hasta encontrarse con la plaza que ocupaba la cárcel y que en la actualidad es un parking, no sin antes pasar por el parlamente cántabro. Continuando hacia el oeste encontramos otra zona que ha visto tiempos mejores, la zona de la antigua pasarela que podríamos tener a bien recuperar, por caridad y por aumentar la permeabilidad urbana. Tenemos el norte colocado. ¿Cómo se baja? Solo hay una forma, la pasarela con el ascensor.
Al sur tenemos nuestro barrio dividido en 2 zonas, a saber, Varadero y Barrio Pesquero, obedeciendo con el orden anterior, de norte a sur. Varadero son parkings, una nave abandonada, 2 edificios nuevos (La Escuela del Mar y El Archivo Cántabro) y muchas promesas; mientras que el Barrio Pesquero, sin menos promesas, tiene un carácter marcado y mucha vida. Varadero será por tanto la pieza que unirá el barrio a nuestro nuevo sistema.
Repasemos:
En el norte tenemos San Pedro, la antigua cárcel, la zona de la antigua pasarela y el paseo que las une.
Bajo la loma tenemos las vías, la estación y una pasarela con un ascensor.
En último lugar encontramos 2 líneas de edificos, una industrial y terciario y otra residencial y al sur de todo esto Varadero y el Barrio Pesquero.
Como anteriormente se ha podido deducir, la idea es convertir las cubiertas actuales de la estación en cubiertas transitables que prolonguen el paseo del norte e impregnen el sur como raíces. Además de la cubierta de la estación, se usarán el resto de cubiertas existentes que se observan, marcadas en rosa, unidas por pasarelas, que se representan en morado. De esta forma se conforma un parque sobre el que caminar con vistas al mar y por el que el norte vierte al sur y viceversa mediante 3 caminos, la pasarela existente, la antigua que se recupera y la nueva que transcurre sobre la estación. Además por estas pasarelas se accederán a las 2 edificaciones que se sitúan a ambos lados de la pasarela y que se marcan con el símbolo de un tren. Estos edificios son en la actualidad el museo del ferrocarril, al oeste y sin acceso desde que se cerro la antigua pasarela; y un edifico abandonado al este.
Bajamos por fin. Lo primero que encontramos es... la ciudad. Una ciudad inhóspita que no invita a bajar, casi mejor darse la vuelta. El edificio adyacente a la pasarela es una comisaría de policía antigua, será uno de los edificios clave. O más bien el parque que deje al demolerlo, porque la idea es trasladarlo a Varadero, aumentando el movimiento en el sur y mejorando el equipamiento con un nuevo edificio en una zona con múltiples posibilidades. Desde el nuevo parque parten 3 calles que se peatonalizarán vertebrando el citado eje.
Al final de esas calles encontramos un nuevo Varadero con mejores dotaciones, parques como puerta a la ciudad, una nueva comisaria de policía y una nave abandonada que se reconvertirá en un edificio polivalente para el barrio. Las plazas que se eliminen serán repuestas en un parking en altura al sur de la nave que se convertirán en el faro del barrio. Ahora, quienes bajen del coche al entrar en la ciudad, estarán entrando en la ciudad.